Por Andy Hansen
En un partido intrascendente, entre los dos perdedores de
los cuartos de final, el Monterrey se adjudicó la quinta posición de
la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2011 al vencer por 3-2 al Esperance
Sportive de Túnez en el estadio Toyota.
El partido arrancó con ritmo lento y la primera ocasión destacada del encuentro
se hizo esperar. Pese a que los mexicanos tenían el control del balón y contaban
con las mejores oportunidades, fueron los tunecinos quienes abrieron el
marcador, y lo hicieron cuando más atacaba el Monterrey, en un contragolpe en
el que Ndjeng (la estrella de los
campeones africanos) le ganó por alto a Mier y consiguió superar al arquero
Jonathan Orozco con un tiro bajo (m. 31).
Los hombres dirigidos por Víctor Vucetich no se vinieron
abajo y lograron el empate en la salida de un córner. Tras los remates de José
María Basanta, que despejó el portero, y de Sergio Santana que pegó en el palo, Hiram
Mier acertó en la red (m. 39’).
Los Rayados lograron irse al descanso en ventaja. De nuevo, la defensa del
Esperance se complicó en un córner y De Nigris cabeceó a la red un corner
ejecutado por Neri Cardozo (2-1, 44’).
A la vuelta del vestuario, Monterrey parecía liquidar el partido con
el gol de Jesús Zavala (m. 47), que también con la cabeza envió la pelota al
gol .
Los mexicanos dominaban el juego y se mostraban muy
superiores a sus rivales africanos. Los Rayados estaban cómodos en el partido,
pero el penal transformado por Khaled Mouelhi puso emoción al último cuarto de
hora (m. 76’).
El Monterrey templó los nervios y resistió para
llevarse la victoria y se despide así de Japón 2011 con un quinto puesto. El quinto puesto
conseguido por los mexicanos permite, por lo menos, igualar el resultado del
año pasado del Pachuca, que también cayó en los cuartos y luego consiguió
imponerse en la lucha por el quinto lugar.
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