Bayern Munich dejó afuera al Real Madrid al derrotarlo por 3-1 por penales, luego de que los españoles ganaran 2-1 en tiempo reglamentario(con doblete de Cristiano y descuento de Robben). En la serie de penales los locales malograron tres disparos (Cristiano, Kaká y Sergio Ramos), mientras que los visitantes sólo dos (Tony Kroos y Lahm) y así accedieron a la final, que se disputará en su estadio el 19 de mayo ante el Chelsea.
El Bayern Munich se llevó en la definición por penales el sueño de la 'Décima' Copa de Europa del madridismo, tras un duelo épico convertido en clásico europeo en el que el conjunto alemán demostró por qué es la Bestia Negra de un Real Madrid, que tras ganar 2-1 con doblete de Cristiano Ronaldo, acabó llorando por el fallo en los penales del portugués, Kaká y Ramos.
Ilusionado con dar un golpe definitivo a la Champions, el Real Madrid saltó al campo, empujado por un ambiente que invitaba al miedo escénico y su salida en tromba se encontraba con una primera ocasión de Khedira que detuvo un nervioso Neuer. La dureza inicial fue compartida, el Bayern intentaba frenar la avalancha con faltas tácticas en tanto que lo que menos esperaba ocurrió. Un disparo de Di María fue rechazado por Alaba con la mano de apoyo mientras se resvalaba y caía al suelo, el arbitro interpretó penal y Cristiano Ronaldo engañó a Neuer con el cuerpo y cambio el tiro por gol.
La hinchada madrileña explotaba. Pero al Bayern le sobró personalidad, supo levantarse, tiene un equipo compacto que se convierte en altamente peligroso cuando el fútbol pasa por sus extremos y cuando Mario Gómez entra en contacto con el balón, él solo inquietaba a Pepe y Sergio Ramos con sus movimientos.
El sistema de ayudas del Real Madrid comenzó a fallar, con Arbeloa y Marcelo centrados en Ribery y Robben, la entrada de jugadores desde la segunda línea no tuvo marcaje. Lo mostró Alaba, que entró con libertad por banda izquierda, para servir en bandeja el gol a Robben que con todo a favor colocó mal el cuerpo y perdonó un gol cantado. Poco después Mario Gómez enganchaba su primer latigazo que sacó Iker como pudo y Khedira fue providencial tocando el esférico cuando Ribery se disponía a marcar a puerta vacía.
El castigo no pudo ser más duro para el conjunto alemántra, porque a la siguiente acción el Real Madrid explotaba su capacidad contragolpeadora, en una acción rápida que contó con la visión de fútbol privilegiada de Mesut Özil y el remate ajustado al palo de Cristiano. Efectividad pura para destrozar definitivamente la leyenda de que el portugués no aparece en las citas importantes.
Con dos goles de ventaja y el ambiente a su favor, el Real Madrid se veía en la final de Múnich hasta que cometió los mismos errores que en el Allianz Arena. Retrocedió metros inconscientemente, buscó el contragolpe y renunció a la posesión, su fútbol se redujo a una corrida a lo loco de Di María, sin que el balón pasase por Xabi Alonso. Se adueñó de él el Bayern.
Los madridistas se desgastaron corriendo tras la pelota y sintieron el cansancio del partido de ida de la eliminatoria y el intenso partido en el Camp Nou. Ante tal fátiga el partido comenzó a ser una exhibición alemana. Luiz Gustavo enganchaba un testarazo que sacaba de nuevo Khedira, Mario un disparo pegado al palo y el dominio acabó consiguiendo un penal. Pepe derribó con claridad a Mario Gómez, que le ganó la posición a los centrales. Robben no falló, definiendo ajustado al palo y con Casillas adivinando la intención y rozando el balón con su guante derecho. La eliminatoria estaba igualada, el Real Madrid había desaparecido del campo.
Debía reaccionar Mourinho pero tardó en reforzar la batalla perdida en el centro del campo. En el segundo tiempo salió con lo mismo y nada cambió. El balón continuo siendo del Bayern. El Real Madrid permanecía encerrado. Mario Gómez rozaba el poste con un nuevo testarazo. Y Benzema era el que tiraba metros hacia delante de nuevo, con un desmarque bueno y disparo cruzado que sacó Neuer.
El duelo estaba en el momento en el que sale el amor propio, cuando los futbolistas se disfrazan de héroes y quieren protagonismo. Cuando el Bayern rebajó la intensidad Mourinho recurrió a Kaká, fresco tras no jugar en Múnich ni en el Camp Nou, su pasado exitoso en la competición más prestigiosa a nivel de clubes ilusionaba a los españoles de cara a los quince minutos que faltaban. Y Kaká tuvo una chance, pero se desesperó en una contra en la que Benzema no lo vio solo en el pase atrás. Y desapareció.
En la máxima tensión, cuando un error te deja fuera y un acierto te conduce a la gloria, Mario Gómez tuvo en sus pies la eliminatoria, Robben lo habilitó, y el gigane controló en vez de rematar y cuando lo hizo salvaron lanzándose heroicamente Ramos y Xabi Alonso.
Llegaba la prórroga con las fuerzas disminuidas en todos.En esos dos tiempos de 15 se lastimaron mucho menos que en el segundo tiempo. Tampoco lo intentaron. El Madrid tuvo un poco más la pelota en el segundo y apenas se acercó al arco de Neuer con un remate de Ronaldo que se fue muy lejos. Ya no hubo tiempo para más. Ahora sí, la historia se fue a los penales.
Llegó la hora de la definición y no faltó el suspenso. Primero pateó el Bayern y rápidamente sacó ventaja, porque Alaba convirtió el primer remate y Cristiano Ronaldo no pudo superar a Neuer en el suyo. Luego fue Mario Gomez y puso el 2-0. Pero la figura del arquero alemán se agrandó, luego de contenerle el remate, idéntico al anterior, esta vez a Kaká.
La serie parecía definida, pero Casillas no se iba a quedar atrás. Le atajó a Kroos, Xabi Alonso convirtió y nuevamente el arquero le desvió el disparo a Lahm. Tenía la chance Sergio Ramos para empatarlo. Pero no. Su remate se fue muy por encima del travesaño y la responsabilidad del pase quedó en los pies de Schweinsteiger.
No la desaprovechó. El mediocampista alemán marcó el 3-1 y se terminó la semifinal. Bayern Munich se metió en la finalísima, para jugar en su estadio contra el Chelsea, el otro equipo que dio la sorpresa, al sacar al Barcelona de la lucha por la Orejona. Así es el fútbol.
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