lunes, 12 de marzo de 2012


@Alejandro_Farace.

Andrés Nocioni es uno de los pilares de la llamada “época dorada” del básquetbol argentino, aquel equipo que previo al enorme triunfo en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 versus ni más ni menos que la selección norteamericana y su posterior logro de la medalla dorada, ya se encontraba dando muestras suficientes de calidad y una gran proyección que se terminarían concretando.
Durante ese período Nocioni se encontraba jugando en España, en el Tau Cerámica, equipo en el que ya imponía su juego físico y su mentalidad ganadora, y fue para sorpresa de muchos que llegó a despertar el interés del equipo en el que durante los años 90 brillaron Michael Jordan y Scottie Pippen, los Chicago Bulls.
El inicio de Andrés data de 2004, que coincidentemente sería una temporada de inflexión para los del estado de Illinois: luego de un draft sumamente exitoso, se daba inicio a la verdadera reconstrucción de la franquicia, culminando con la clasificación de del equpo a los playoffs luego de 7 tortuosos años.
A continuación se presenta la trayectoria de Andrés Marcelo Nocioni en el mejor básquetbol del mundo, la NBA.



2004-2005: llegada a los Chicago Bulls y clasificación a los playoffs.

La labor de John Paxson al frente de la gerencia de los Bulls continuaba mostrándose como el elemento necesario para devolverle a la franquicia un plan de crecimiento sostenido y a largo plazo, y el draft fue una muestra clara de este hecho: con distintas selecciones (incluyendo un cambio de pick con los Phoenix Suns) Chicago logro hacerse del guarda Ben Gordon, el delantero Luol Deng y el armador Chris Duhon, siendo todos ellos partícipes de muchos de los mejores momentos de los Bulls a la fecha.
Nocioni llega luego de una merecidísima medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas, en una posición en la que Chicago no tenía demasiado recambio (los veteranos Adrian Griffin y Eric Piatkowski específicamente) y tras un paso muy destacado en el la liga española con el Tau Cerámica. Ya se lo conocía por su estilo de juego áspero y su enorme corazón, y no tardaría en convertirse en uno de los favoritos del público.
En su primera temporada, lograría disputar un total de 81 encuentros, 38 de ellos como titular (esto permitido por sucesivas lesiones del delantero titular Luol Deng, conviertiéndose en titular indiscutido en los playoffs por ausencia de Deng), registrando promedios de 8.4 puntos y 4.8 rebotes en casi 24 minutos de juego (temporada regular), a las claras un jugador siempre incluído en la rotación.
Los Bulls terminarían la temporada 2004-2005 con un récord de 47-35 bajo el mando de Scott Skiles, primera clasificación en 7 años desde el último título allá por 1998.



2005-2006: equipo mediocre, Nocioni va para adelante. 

El 2005 encuentra a Chicago como un equipo jóven en promedio, sin contrataciones espectaculares y poniendo demasiada carga en sus ingresantes (Gordon, Nocioni, Deng) y en los ya “curtidos” Eddy Curry y Tyson Chandler.
No terminaría siendo una temporada satisfactoria (récord final de temporada sería un equilibradísimo 41-41, con posterior clasificación a los postemporada) y estaría cubierta por poco brillo en los partidos.
Sin embargo, Andrés alcanzaría una mejora realmente evidente en sus promedios: juega su temporada completa (82 partidos), logrando 13 puntos y algo más de 6 rebotes por partido, cifras realmente impresionantes. Su asentamiento es claro; disfrutaría de partidos realmente excelentes, levantando elogios del periodismo especializado y alimentando el cariño del público y el respeto de sus compañeros.
Serían en total 43 partidos como titular (alternando con Deng quien disputaría 78 de los 82) con 27 minutos de promedio durante la temporada. Cifras impresionantes que no hacían más que reforzar la buena decisión ejecutada la temporada pasada.

2006-2007: mejorando el récord, con lesiones de por medio.

Esta temporada estaría caracterizada por 5 hechos determinantes: sería la primera temporada en la que Nocioni jugaría menos de 81 partidos; se daría la llegada de Tyrus Thomas (otro jugador en el que se tenían muchas esperanzas pero que no pudo dar la talla), Eddy Curry era cambiado a los Knicks por Mike Sweetney (una versión más barata y casi tan pesada como el propio Curry; como positivo del cambio el pick de primera ronda que conseguirían los Bulls); la salida de Tyson Chandler, cambiado por P.J. Brown y J.R. Smith, éste último cortado inmediatamente a fin de no “contaminar la química en el vestuario”) y por último, la llegada del gran Ben Wallace, firmando un contrato de 60 millones de dólares. Wallace resultaría ser más un nombre que una presencia en cancha y no colaboraría con lo esperado.
Nocioni tendría para esta temporada estos números: 53 partidos disputados con 31 inicios, 26.5 minutos por juego, 14 puntos y 5.7 rebotes, cifras casi idénticas a las de la temporada pasada.
Chicago finalizaría con un bonito 49-33 siendo eliminados temprano en los playoffs.



2007-2008: extensión de contrato de 5 años por 38 millones.

A estas alturas Nocioni era indiscutible en Chicago, y su permanencia no se puso en duda: firma un contrato por 5 años, y por 38 millones, a la altura de los mejores de la NBA.
La temporada mencionada resultaría ser de transición para Chicago: se desprenderían de Ben Wallace, alcanzado la firma de Drew Gooden y Larry Hughes y sus enormes e inútiles contratos; comenzarían las tratativas de la dirigencia para asegurarse el regreso de Ben Gordon el próximo año (situación que no tendría concreción posteriormente ya que el guardia terminaría marchándose a los Detroit Pistons por algo más del dinero que Chicago ofreció originalmente; este movimiento permitio la permanencia al día de hoy de Luol Deng); Chicago selecciona a quien es hoy en día su centro titular, el flaco Joakim Noah.
Con una plantilla poco competitiva, los Bulls acaban la temporada con un miserable récord de 33-49 no clasificando a los playoffs luego de 3 temporadas consecutivas.
Nocioni tendría para esta temporada la vuelta a la disputa plena y total de todos los partidos: 82 jugados, 27 comenzados, 13 puntos y casi 4.5 rebotes. Consistencia es un adjetivo que hasta este momento, describe la trayectoria de Nocioni en los Chicago Bulls.
Luego de 3 años de tranquilidad, parecía que el barco comenzaba a tambalear…

2008-2009: salida de Nocioni de los Bulls.

La pésima temporada pasada no quedaría en el olvido para el management de los Bulls, quienes vislumbraron que un cambio a tiempo podría rearmar la plantilla y el cuerpo técnico podrían marcar el camino hacia un poco de estabilidad.
Ya se había ido Ben Gordon a los Pistons; se contrata al inexperimentado Vinny Del Negro como coach, y a mitad de temporada se hace el traspaso que finalizaría con la carrera de Nocioni en los Bulls: Drew Gooden, Cedric Simmons, Andrés Nocioni y Michael Ruffin por Brad Miller (viejo conocido de los Bulls y jugador que venía de titularidad casi indiscutible) y John Salmons.
Muy al pesar de todos los argentinos fanáticos del básquetbol, el cambio fue sumamente exitoso: los Bulls disfrutaron de un “sprint” al final de la temporada que permitieron finalizar con 41-41 y clasificar a los playoffs, siendo John Salmos uno de los principales artífices del logro, con promedios de 15 puntos; del mismo modo, la presencia interna de Brad Miller no hizo más que reconocer que el cambio fue justo lo que los Bulls necesitaban.
Más allá de estos números de promedio de Nocioni para la temporada (53 partidos disputados con sólo 2 inicios, 10 puntos y 4 rebotes), su salida de los Bulls representaría un inicio de poca estabilidad deportiva para Nocioni hasta el día de hoy.



2009-2012: algo de juego, poco brillo. ¿Futuro incierto?

La finalización de la temporada 2008-2009 lo vería como un jugador importante en la rotación de Sacramento, con 16 partidos como inicial en 23 jugados, superando los 30 minutos de juego promedio por partido (hito nunca alcanzado en su estadía con los Bulls), con 13 puntos y 6 rebotes. Su paso por Sacramento incluiría una temporada más (2009-2010) en la que disputaría 75 partidos en total con 28 juegos como titular, pero en una plantilla que intentaba dar un poco más de lugar al rookie Tyreke Evans y demás jugadores: con 8.5 puntos y 3 rebotes de promedio decía adiós a los Kings, luego de exigir a la dirigencia que lo cambien para poder formar parte de un plantel con aspiraciones de campeonato.
2010 lo encuentra en los Sixers de Philadelphia (donde llega junto con Spencer Hawes a cambio del contrato de Dalembert) pero no logra hacerse de tiempo de juego real. Incluída la temporada actual, lleva disputados sólo 62 partidos, 17 juegos iniciados, y aproximadamente 4 puntos y 2 rebotes por juego.



Un jugador enorme que todavía tiene mucho para dar al seleccionado argentino, y que muy probablemente pueda terminar sus días de actividad en el básquetbol europeo.


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