En el Maracaná de Río de Janeiro, Argentina
le ganó a Bosnia 2 a 1 en el primer partido del grupo F con un gol de Sead
Kolasinac, en contra, y un golazo de Lionel Messi bien a su estilo. Vedad
Ibisevic descontó para el conjunto europeo.
El técnico de la Selección Argentina
Alejandro Sabella había decidido que la formación para el debut en el Mundial
frente a ¡Bosnia y Herzegovina! iba a ser 5-3-2. Parecía demasiado respetuoso
para un equipo que juega con un solo delantero, por más peligroso que sea Edin
Dzeko. Sin embargo, la Argentina encontró el gol rápidamente gracias a la mala
fortuna de Sead Kolasinac que, tras un centro de Lionel Messi y la peinada de
Marco Rojo, empujó la pelota hacia su propio arco. Iban tres minutos de partido
y la Selección ya ganaba 1-0. ¿Tranquilidad? Para nada. El conjunto europeo,
con sus limitaciones, fue en busca del empate. Casi lo encuentra si no hubiera
sido por la rápida salida de Sergio Romero cuando apareció solo en el área Izet
Hajrovic. Luego, el arquero del Monaco volvió a reaccionar bien ante un cabezazo de
Senad Lulic, quien se anticipó tanto a Javier Mascherano como a Hugo
Campagnaro.
La Argentina no encontraba no
encontraba el rumbo. Messi tenía que bajar mucho para tener contacto con la
pelota y eso no servía. Sergio Agüero por momentos estaba muy solo. A Maxi
Rodríguez se lo notó incómodo jugando al lado de Mascherano, le costó entrar en
contacto con la pelota. Es un jugador desaprovechado en esa posición.
Al parecer, Sabella se dio cuenta de
todo esto y para el complemento hizo dos cambios: Fernando Gago y Gonzalo
Higuaín ingresaron por Hugo Campagnaro y Maxi Rodríguez. Pasó de un 5-3-2 a un
4-3-3, con Gago haciendo de nexo entre los volantes y los delanteros. Así, el
10 argentino no tenía necesidad de bajar tanto para tener participación y tuvo
más compañía arriba.
Finalmente, llegó el segundo gol
argentino. Messi agarró la pelota, jugó pared con Higuaín (¿futuros compañeros
en el Barcelona?) y yendo de derecha hacia el medio desparramó un par de
rivales y definió abajo al palo derecho del buen arquero Asmir Begovic. La
pelota pegó en el poste y entró para delirio de la gente que estaba en el
Maracaná, de Messi, de sus compañeros, de Sabella, de todos los argentinos que
lo estábamos viendo desde acá.
Lamentablemente, cuando faltaban seis minutos para el final, descontó Bosnia a través de Vedad Ibisevic, que había
ingresado hace un rato. ¡No Sabella
defensa que tenemos! Ante un mediocampo pasivo, hubo un pase profundo, que
Pablo Zabaleta no llegó a cortar, al 9 del equipo europeo que fácilmente le
ganó a Federico Fernández y definió ante la floja salida de Romero (la pelota
le pasó entre las piernas). Bosnia empezó a manejar la pelota y el mediocampo
argentino estaba de paso. Sabella también se dio cuenta de esto y puso a Lucas
Biglia por el Kun para aguantar la posible embestida rival. Salió bien porque
el resultado se cerró en 2-1.
Se ganó ante un duro equipo al que no
había que respetar tanto. El propio Sabella, en conferencia de prensa, admitió que se
equivocó en el planteo. Ya está, se consiguieron los tres puntos y además
apareció el que tenía que aparecer. Ahora el sábado toca Irán en Belo
Horizonte. No lo respetemos.
Párrafo aparte para: Marco Rojo. Increíble rabona para sacar una pelota que quemaba dentro del área argentina. Pero que no lo haga tan seguido.
Francisco
Rodríguez Jordán
@panchorj
Crack Michael, crackkkk!!!
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