En una de esas noches que quedarán en la historia, el Atlético de
Madrid venció 3-1 al Chelsea en Stamford Bridge. Una actuación colectiva
brillante, sobretodo en un segundo tiempo soberbio. El 25/05 dirimirá la final
de Champions con el Real.
Cuatro
décadas después. Ese tiempo tuvo que esperar el Atlético de Madrid para volver
a una final de Champions League. En aquella ocasión, el Bayern Munich los dejó
en la puerta. Ahora mismo es una nueva oportunidad, de la mano de Diego Pablo Simeone,
para hacer historia. La misma que viene escribiendo el entrenador argentino en
un club que lo tuvo como ídolo en su época de jugador, en el cual hoy agiganta
su figura.
El propio Cholo comenzó el partido con una apuesta
dentro del once: Adrián, ese mismo delantero que había tenido una noche
gloriosa en Mónaco en la Supercopa frente a Chelsea de hace un par de años. Y
la jugada no le saldría mal, dentro de un sistema de 4-4-2 que salió a la
cancha de forma diferente a como lo había hecho en el Vicente Calderón.
Los
dirigidos por José Mourinho fueron los que, desde un principio, asumieron los
riesgos con la intención de tomar la iniciativa con balón. Mourinho dispuso un
4-2-3-1, que tenía la clara intención de transformarse en un 4-5-1 con el
descenso de Azpilicueta y el cierre de Ivanovic. Además, David Luiz se ubicaba
como mediocentro. Pero esa postura hacía que el Chelsea logre juntar las
líneas, y que cualquier jugador pueda relevar en todos los sectores en el
retroceso.
De hecho,
en la primera parte el brasileño Willian fue creciendo de a poco a espaldas de
Tiago, y los londinenses comenzaban a generar por allí. El ex Shaktar Donetsk
crecía en tres cuartos de cancha, era quién originaba las principales chances ofensivas
de los Blues. El Atlético se dedicaba
a aguantar en su campo, para poder salir rápido por bandas.
El primer
tanto, el que era meritorio por la búsqueda más incisiva, llegaría por la
soltura de Willian. Del centro a la derecha, el moreno mediapunta pasó entre
dos rivales y creó el espacio. Azpilicueta pasó por detrás de él, envió el
balón bajo al área, y Fernando Torres pateó de primera. Courtois, que en
principio parecía adivinar el destino de la pelota, se vio influenciado por un
rebote que lo descolocó e hizo que la bola ingrese en el segundo palo. Chelsea
ya había tenido una clara ocasión con una chilena de gran gesto técnico de David
Luiz.
Con la
ventaja en el marcador, ganando en ambas áreas, el primer tiempo del conjunto
inglés era bueno. Terry y Cahill se imponían de arriba y se devoraban a Diego
Costa, y las salidas por izquierda del Atleti no podían ser aprovechadas por
las ayudas que Azpilicueta realizaba sobre Ivanovic en la marca. Del otro lado,
la serie de Torres era cada minuto mejor, por su habilidad para rescatar faltas
en la soledad, por el pivoteo en su juego de espaldas, y por el gol.
Pero
llegando al final del PT, el Colchonero comenzaría
a crecer. Si lograba defenderse bien más allá de perder las espaldas en el
centro del campo en ciertas acciones, el nivel de sus jugadores claves
comenzaría a elevarse, sobre todo en esa zona medular. Koke crecería, a partir
de su pegada el Atlético llevaba peligro, y Tiago haría una obra espectacular
para dar paridad al partido de vuelta. El centrocampista, que perdía en fase
defensiva, recibió la pelota con libertad en campo contrario y soltó un pase
estupendo. Por detrás de Cole, de muy mal partido, apareció Juanfran, que envió
la pelota al centro para que Adrián la empuje a la red. Esa apuesta de Simeone
finalmente terminaría dando resultado. El atacante, conjuntamente al gol,
defendía y era un medio más, dejando a Costa y su juego físico en solitario
arriba.
Empate en
uno, ese marcador daba la clasificación al equipo español. De todos modos, el
conjunto del Cholo salió a disputar
el segundo tiempo con ese espíritu que viene manteniendo desde que comenzó la
temporada. En lugar de protegerse, cerrarse, para salir con todo a la contra,
prefirió arrancar el complemento y liquidar la historia, a sabiendas de lo que
ha logrado Mourinho en el último tiempo (sin ir más lejos, en la serie frente a
PSG).
Diego
Costa, que hasta los primeros minutos de esa parte final realizaba una serie
muy baja en rendimiento, fue a buscar la segunda jugada de un córner y recibió
la falta de Eto’o. Inmediatamente, el camerunés supo que su fuerza al buscar la
bola había sido desmedida. Penal y perfecta ejecución del atacante brasileño,
al centro y fuerte, cuando Schwarzer se la jugó a su palo izquierdo. Ese penal
acabaría por levantar la eliminatoria para los madrileños, y agrandar el nombre
de Costa en la institución. Su lucha con los centrales comenzaría a ser
productiva, y las fallas defensivas del Chelsea empezaban a sucederse. Tanto
Cahill como Terry debían ocupar un territorio extenso al tener que cubrir las
fallas de los laterales.
Desde el
centro del campo, Koke y Mario Suárez crecieron al unísono. Ambos se ofrecían
siempre para la descarga, y jugaban la pelota con una técnica y precisión
brillante. De ese modo, el Atlético Madrid empezaba a enmarcar una segunda
parte soberbia. Dominando en ambas transiciones generando superioridades, escalonando
las marcas, con apoyos, cerrando a cada rival para no darle caminos de salida.
Courtois apareciendo en momentos justos con tapadas y reflejos asombrosos.
También, el Atleti tenía una pulcritud muy buena en el trato de balón y el
intento de profundización por la banda izquierda.
La clausura
del marcador llegaría de la mano de Arda Turan. El turco, que volvió en la ida
tras una lesión, es la viva personificación de ese espíritu del Atlético.
Remató, la pelota dio en el travesaño, y fue el más atento para ir a buscar el
rebote y empujar al arco el tercer gol. Histórico, la obra de Simeone en este
club en su punto más alto.
El
resultado final de 3-1 como visitante en Londres da lugar a que el Atlético
llegue, después de tanto, a una nueva final del certamen más importante del
mundo a nivel clubes. Ese que no disputaba hace 17 años, cuando Simeone era
jugador del club. El 24 de mayo, en Lisboa, la Champions tendrá un vencedor de
Madrid.
Nicolás Galliari
0 comentarios:
Publicar un comentario