Hoy en día, o ya
hace varias décadas atrás, el fútbol se juega con mucha angustia. Se prioriza
mas si un entrenador va a dejar su cargo por sobre como va a jugar su
equipo. Se prioriza los escándalos de la vida privada por sobre la ética
profesional del periodista. Se prioriza el éxito económico por sobre el
deportivo, desde los dirigentes hasta los futbolistas.
Está en crisis.
Algunos ganan más que otros, pero no debería haber una diferencia tan abismal entre uno y otro. Algunos juegan
más para ellos que por el grupo, por ello sus momentos frente a la cámara o sus
declaraciones radiales les valen tener varios minutos, o días, de fama. De
querer imponer, de ser cancheros. Al mismo tiempo esos momentos frente a las
cámaras o sus declaraciones radiales les pueden jugar en contra. Esa es la
angustia del fútbol.
Podría decir
muchas cosas más, pero no vale la pena. Tenemos que buscar alguna solución.
Tendríamos que volver al fútbol que alguna vez fue. Sin tanto escándalo, sin
tanto medios “amarillistas”, sin tanta presión social, política y económica. El
fútbol le falta lo fundamental: Jugar. Lo que no significa que deje de ser
serio, porque los jugadores son empleados del club. Que ganan un sueldo “trabajando”
en el fútbol. Pero deberían recordar que se puede jugar sin ser tan serios.
Lamentablemente, tendríamos que cambiar el entorno del fútbol. ¿Quién lo
cambia? Diría que desde el hincha hasta el humilde empleado del club que cobra
unas monedas para mantener a su familia. Desde el dirigente hasta los futbolista.
Saco al empresario que es el cáncer mismo del fútbol. De ahí que existen
las relaciones dirigenciales-sindicales.
De ahí los Barrabravas, otros de los males del fútbol.
Se preguntarán, ¿Cuántos técnicos, jugadores y dirigentes estarán nerviosos por lo que pase por un simple resultado en esta fecha? Se juegan todo, desde sus trabajos hasta sus negocios. En el medio, el hincha. Quien paga con esfuerzo mes a mes su cuota para ver a su equipo no a jugar, lamentablemente, sino a ganar.
Por Santiago Crespo @yayocordoba
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